Un estudio exhaustivo de los supervivientes de gemelos en el útero, es decir, los únicos supervivientes de una concepción gemelar o múltiple, que incluye el embarazo de un "gemelo desaparecido". Una guía ilustrada sobre la biología de la gemelación y las concepciones múltiples, que también describe los sentimientos de dolor y pérdida que siente el único superviviente tras la muerte de un gemelo durante el embarazo o en torno al nacimiento. Una revisión detallada del proyecto de investigación Womb Twin, de ocho años de duración, llevado a cabo por Althea Hayton mediante un cuestionario en línea y en el que participaron muchos cientos de supervivientes de gemelos de útero. De este estudio ha surgido un perfil psicológico que revela que los supervivientes de gemelos en el útero son personas inusuales que experimentan una angustia psicológica inexplicable. Tienen problemas para relacionarse, un frágil sentido de sí mismos y tendencia al autosabotaje. Se describe un proceso de autoayuda en cinco etapas para los supervivientes de gemelos, que incluye un ritual de despedida para el gemelo. Alrededor del 10% de la población son supervivientes de gemelos de útero, pero hasta hace muy poco no ha sido posible identificarlos y estudiarlos. Este libro será de gran interés para profesionales médicos, psicoterapeutas y, por supuesto, para los supervivientes de gemelos de útero y sus familias. Incluye relatos de supervivientes de gemelos en sus propias palabras, ilustraciones, estudios de casos y apéndices.
372 páginas, Rústica
Publicado por primera vez el 1 de marzo de 2011
He aquí un extracto del libro.
Estimulación y respuesta
Como embrión gemelar, tus nuevas neuronas crecían a tal velocidad que eras mucho más sensible a tu entorno que ahora. Eras hipersensible e hiperconsciente. Te llegaba mucha información sobre lo que ocurría a tu alrededor, incluidos los pequeños movimientos de tu gemelo. El más mínimo cambio o movimiento en el útero estimulaba una respuesta en ti. En el útero explorabas continuamente tu entorno, descubriendo cosas todo el tiempo. Al moverte de forma bastante aleatoria, en algún momento encontrabas el límite de tu espacio. El límite de tu saco y la placenta se encontraban más a menudo que cualquier otro objeto del saco, porque el cordón umbilical giraba contigo: éste era el estímulo que necesitabas para aprender.
Aprendizaje por Descubrimiento
Mediante un proceso aleatorio de ensayo y error, se pueden descubrir cosas nuevas. Por ejemplo, las ecografías muestran al feto interactuando con el cordón umbilical. Esto no es coherente, ya que el cordón es flexible y se mueve al tocarlo. La placenta es más sólida y fiable, porque está fijada a la pared del útero. La membrana amniótica cede un poco cuando se le da una patada, pero se mantiene aproximadamente en su sitio. Gracias a la ecografía, podemos observar cómo el feto rebota y patalea activamente en los límites de su pequeño mundo intrauterino, aprendiendo todo sobre él mediante encuentros fortuitos: es el aprendizaje por descubrimiento.
Habituación
Cuando comenzaste a explorar, descubriste una cualidad de respuesta en los objetos que te rodeaban. Cuando los objetos reaccionaban de forma coherente, empezó a formarse una nueva suposición: "Cuando hago ESTO con mi cuerpo, siempre ocurre ESO". Una acción específica producía una respuesta específica. Cuando eso había ocurrido un número suficiente de veces, se convertía en un hábito: ése es el proceso de habituación. Es la forma en que te "acostumbras" a los distintos acontecimientos recurrentes que ocurren en el vientre materno. Por ejemplo, la primera vez en tu vida que oíste un ruido fuerte, reaccionaste alarmado y moviendo el cuerpo. Después de oír el mismo ruido varias veces, se habituaría y ya no se alarmaría. Recordarías que el suceso ya había ocurrido antes, por lo que ya no sería un shock. Muchas embarazadas notan la habituación en sus bebés, a los que se puede notar que reaccionan pero se adaptan poco a poco a los nuevos ruidos.
Mi madre tuvo un embarazo difícil conmigo (y con mi gemela). Sangró durante todo el embarazo. En la tercera semana de julio, mi madre empezó a tener hemorragias y tuvo que quedarse una semana en el hospital. Me dijo que debía de ser mi gemelo, pero entonces no lo sabía. Le pregunté a mi madre si le había pasado algo a finales de julio, cuando estaba embarazada de mí. Temía los finales de julio porque todos los años ocurría algo malo. Se acababa una relación, se acababa un trabajo, se producía un gran trastorno, una pérdida significativa, algún final importante. Me quedé estupefacta al conocer la experiencia de mi madre.
Jan, EE.UU.
Althea Hayton (2011) - Supervivientes de gemelos en el útero. P. 142-143.
Womb Twin Survivors ya no está disponible para su compra, aquí está el enlace a goodreads