La historia de un adulto con TDA y terapia cerebral neural cognitiva sónica


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La historia de un adulto con TDA y terapia cerebral sónica neurocognitiva

Cómo disminuyó la distracción de Jeff

Como demuestran muchos estudios recientes, el TDAH también puede afectar a los adultos. A sus 35 años, Jeff es un buen ejemplo. Aunque nunca se le diagnosticó formalmente el TDA, Jeff presentaba muchos de los signos del TDAH:

  • Le faltaba capacidad de concentración.
  • A menudo se olvidaba de las cosas corrientes.
  • Le costaba organizar las tareas que tenía que hacer.
  • No le resultaba fácil aprender cosas nuevas en el trabajo.
  • Se perdía fácilmente cuando conducía.

Una prueba de audición demostró que Jeff tenía "una sensibilidad auditiva completamente normal". Junto con eso, sin embargo, tenía un "déficit de procesamiento auditivo central caracterizado por la dificultad para enfocar su escucha cuando hay una señal competidora o ruido de fondo."

Esto explicaba las dificultades de Jeff para aprender y recordar. Jeff intentaba utilizar listas de memoria, pero las perdía o se olvidaba de que las llevaba en el bolsillo. También solía utilizar una calculadora para hacer cuentas sencillas. Además, confiaba en su reloj de memoria para el día, las fechas y los números de teléfono. Informó de que se distraía fácilmente con los coches que pasaban y también con sentimientos internos. Distracción era la palabra clave para resumir el comportamiento de Jeff.

Al comienzo de la segunda fase, las cosas empezaron a cambiar

Cuando Jeff volvió para su segunda fase de la terapia cerebral sónica neurocognitiva, informó con entusiasmo y espontaneidad de que las cosas estaban mejorando. No necesitaba mirar el reloj para saber qué día era. No necesitaba hacer una lista para ir a la compra. Tampoco se distraía con los sonidos que le rodeaban.

No tengo que prestar atención a los sonidos. Es como un filtro. Puedo oír. Puedo ver, pero no me distraigo fácilmente". Era obvio, por su sonrisa y confianza, que se sentía mejor consigo mismo.

Se sentía mucho más tranquilo, lo que creía que le ayudaba a prestar más atención. Jeff tenía ahora la esperanza de que su vida fuera menos disfuncional. El programa de escucha estaba cambiando su vida.

Al final del programa, Jeff había recuperado la confianza en sí mismo.

Jeff siguió progresando. Hacia el final del tratamiento, perdió su trabajo. Lo manejó con mucha calma, lo que impresionó a sus padres. Pensaban que la noticia lo destrozaría.

Jeff encontró un nuevo trabajo bastante rápido. Se sentía muy satisfecho de sí mismo. Para él, lo más importante ahora era que, como él decía: "Cuando me despierto, sé dónde estoy. Sé qué día es. Puedo decir lo que pienso. Y no me distraigo fácilmente". Ahora Jeff podía concentrarse y eso era lo que quería.

Autor: Pierre Sollier

Publicado: 2010

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